jueves, 30 de agosto de 2012

Tratamiento de la Psicopatía: Principios rectores de los programas de intervención terapeutica

Según Lösel (2000) para que un programa de tratamiento para psicópatas sea relativamente prometedor debería seguir los siguientes principios: 

1. Apoyarse en una sólida base conceptual teórica. 

2. Realizar una evaluación profunda y dinámica del delincuente. 

3. Seguir un tratamiento intensivo. Los psicópatas necesitan un tratamiento intensivo y regular, no programas de poca duración. Se les debe forzar a colaborar mediante gratificaciones, pero siendo muy prudentes en este extremo. Es preciso evitar que el programa termine antes de tiempo debido a que los psicópatas se adapten a él de manera superficial. Puesto que muchos de ellos abandonan el programa por mal comportamiento o falta de motivación, se debe hacer todo lo posible para que esto no suceda. 

4. Instituciones claramente estructuradas y controladas. El entorno institucional debe evitar reforzar la manipulación, los reproches, las negociaciones y otras técnicas típicas de los psicópatas, por lo que se recomienda que el entorno esté bien estructurado y supervisado. A ser posible, la institución o departamento terapéutico debería estar aislado. Hay que imponer normas y cumplirlas, así como derechos y obligaciones claras y estrictas, y hay que hacerlo de manera consecuente. 

5. Crear un ambiente y régimen positivos en la institución. Aunque el personal de la institución debe de ser firme y consecuente, el ambiente en la institución debe ser sensible, constructivo y de apoyo. 

6. Cubrir las necesidades criminogénicas de los delincuentes, una de las metas fundamentales actuales van en contra de sus intereses, por lo que hay que fomentar los comportamientos no criminales mediante el uso de recompensas y castigos: 
  • Aumentar la demora de gratificación 
  • Reducir distorsiones cognitivas que favorecen el comportamiento criminal 
  • Enseñarles a controlar sus impulsos 
  • Enseñarles a resolver los problemas de manera prosocial - Reducir su dependencia al alcohol y otras sustancias - Enseñarles a imitar modelos atractivos y no criminales 
  • Reforzar el seguimiento y la supervisión en la familia y en el entorno cotidiano 
  • Es muy importante cambiar su forma de procesar la información
7. Medidas basadas en el principio de adecuación. Se deben de realizar programas multimodales y cognitivo- conductuales, porque parecen ser los más indicados para cambiar las distorsiones cognitivas, negaciones, minimizaciones,… Cada elemento del programa ha de examinarse para ver si existe la posibilidad de que los delincuentes se aprovechen de él. Es recomendable asignar a cada psicópata un miembro del equipo que sea comprensivo, pero también firme y consecuente. 

8. Asegurar que el programa se cumpla íntegramente. 

9. Una minuciosa selección, formación y supervisión de los profesionales implicados. Se requiere un personal cualificado, sensible, competente y multidisciplinario, seleccionado no solamente en función de sus calificaciones profesionales, sino también por sus características personales. Deben pasar por una formación intensiva que les instruya a fondo sobre la psicopatía y su control. La supervisión continua ayuda a mejorar las habilidades personales y actitudes en el trabajo. 

10. Neutralizar las redes sociales y procesos de grupo desfavorables. Deben de controlarse las redes sociales existentes en la institución con el fin de no dejar que el psicópata llegue a manipular, también deben desarrollarse normas de comportamiento explícitas en los grupos. Internos relativamente firmes y cooperadores pueden cumplir una función importante al enfrentar al psicópata con la realidad. A veces, pueden funcionar como un tipo de coterapeuta. 

11. Reforzar los factores de protección naturales, el personal debe intentar descubrir y reforzar los factores de protección que contrarrestan la manipulación y las relaciones sociales criminogénicas después de la puesta en libertad. 

12. Seguimiento controlado y prevención de recaídas, muchas veces el tratamiento del comportamiento antisocial sólo surte efectos superficiales o pasajeros. A los psicópatas que han sido puestos en libertad se les debe vigilar y supervisar regularmente para asegurarse de que los cambios positivos se mantienen. 

13. Evaluar sistemáticamente los programas, los actuales conocimientos teóricos y prácticos sobre el control y tratamiento de los psicópatas deben someterse a prueba continuamente en evaluaciones que tengan una sólida base metodológica.

14. La importancia de la prevención e intervención a una edad temprana. Hay cada vez más indicios de que hay precursores en la infancia y adolescencia. Los estudios sobre el comportamiento antisocial precoz y persistente revelan la existencia de una serie de factores biopsicosociales que constituyen un riesgo acumulativo, una especie de efecto de bola de nieve; sabiendo esto, parece prometedor intervenir tempranamente, antes de que se hayan acumulado demasiados riesgos. Los programas eficaces para niños en situaciones de riesgo deben incluir elementos que mejoren las habilidades cognitivas y sociales, y reduzcan la impulsividad y los déficits de atención. Deben ir acompañados de elementos que mejoren también el comportamiento de los padres. 

15. Reducir el refuerzo por parte de la sociedad, los factores culturales pueden suprimir o reforzar la expresión del comportamiento psicopático. Por último, añadir que a pesar de que los hallazgos son prometedores, los tratamientos de sistemas múltiples están todavía adaptándose al fenómeno concreto de los jóvenes con rasgos psicopáticos. 

Fdo.Ignacio G.Sarrió. 


Sin duda Ignacio G. Sarrió es el profesional en el campo de la Psicología Forense que en estos momentos esta editando un blog sobre Psicología Forense que más interesa seguir para poder referenciar bibliográficamente los temas que nos interesan. Recordad que esa es la clave, conocer que se ha hecho y que se esta haciendo, de que forma y con que resultados. Al tajo.

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